Cloud computing
Cloud público o nube pública
El primero de los tipos de nubes cloud computing es el público. En este caso, los proveedores ofrecen recursos de forma pública a cualquier usuario que puede pagar o no por el servicio.
Suele ser el tipo de cloud computing más utilizado, ya que es el proveedor el que se encarga de mantener y administrar el sistema, lo que supone un ahorro en tiempo, preocupaciones y dinero para los usuarios. Sin embargo, no para todos es el modelo ideal, puesto que a pesar del enorme esfuerzo que hacen los administradores de estas nubes, suelen ser más susceptibles a los ataques informáticos y suelen requerir de refuerzos de seguridad extra, lo cual puede suponer un incremento importante del coste del servicio.
Este servicio está indicado sobre todo para usuarios independientes o para pequeños proyectos o startups.
Cloud privado o nube privada
Muchas empresas tienen necesidades de seguridad muy específicas, es por ello que buscan contar con un espacio privado en el que poder almacenar sus datos o sus aplicaciones de forma que cuente con menos posibilidades de ser atacadas. Es ahí donde se encuentra la nube privada, un sistema que permite mayor control y seguridad a las empresas gracias a la posibilidad de no tener que compartir el espacio con nadie.
Aunque antes lo habitual era que los servidores, para alojar esta nube privada, se encontraran en las propias empresas, es cada vez más común que se alojen de forma remota en centros de datos especializados.
Este modelo se recomienda para aquellos proyectos o empresas que requieran de alta concentración de recursos y sistemas de tecnología, por ejemplo, entidades bancarias, administración pública o portales con un tráfico muy alto.
4 tipos de cloud computing por INESDI
Cloud Híbrido o nube híbrida
En este modelo se combinan los dos sistemas anteriores. Es el caso de aquellas empresas que requieran de una nube en la que mantener datos más críticos y otra en la que poder almacenar cuestiones que precisen de una menor seguridad. De esta forma, los recursos se repartirán de forma que pueda ser más rentable para el usuario o la empresa que lo contrate.
La clave en este caso es la de mantener entre la nube privada y la pública una buena interoperabilidad, de manera que las gestiones sean ágiles y eficientes.
Como bien hemos apuntado anteriormente, este sistema puede ayudar a optimizar costes a las empresas, puesto que permite organizar las aplicaciones, gastos y cargas de trabajo en los entornos que puedan ser más adecuados para ello.
Multicloud o multinube
Cada vez es más frecuente encontrarse un cuarto sistema, el multicloud. En este caso, el usuario o empresa ya no solo combina la nube privada con la pública, también combina los servicios de diferentes proveedores.
Este caso es útil para aquellas empresas que requieran de diferentes funcionalidades a la hora de almacenar sus datos y aplicaciones. Hay que tener en cuenta que cada proveedor de servicio puede ofrecer características diferentes en su nube y que las empresas pueden requerir de cuestiones muy diversas. En este caso, es muy útil poder usar opciones variadas sin tener que trasladar continuamente los datos de un servidor a otro.
Muy bien explicado. Perfecto este blog :).
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